(por Jose Mª Santos)
El
viaje había sido largo. El viento en contra lo había retrasado demasiado y tras
la tormenta de noches atrás su única guía habían sido el sol y las estrellas.
Pero por fin divisaba, desde lo alto de la proa, la luz del faro abriéndose
camino entre la bruma nocturna. Lo había conseguido contra todo pronóstico pero
tal vez ya era demasiado tarde para encontrarla allí, fiel a su promesa.
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