(por Jose Mª Santos)
Nunca
olvidaré ese momento, el lugar donde todo comenzó. Allí estábamos, sentados en
aquella roca, como dos jóvenes enamorados mirando al mar. La luz rojiza del
atardecer le daba a la escena una atmósfera especial. Hasta entonces sólo
habíamos sido dos buenos amigos pero todo cambió. Nuestras miradas se cruzaron y
nuestros corazones empezaron a latir como uno solo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario