"La arrulladora"
Nada
más terrorífico que ver a una extraña acunando a tu hijo. Había creído ver una
sombra alguna vez, o escuchar un susurro. Ilusiones. No quería creer lo que me contaban.
Todo cambió cuando el peque empezó a hablar. “El coco” decía. Y allí estaba
aquella noche junto a él. Pálida, desaliñada, triste… Desapareció ante mis ojos en cuanto se me cayó lo que tenía en las manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario